Somos esposos antes que padres y empleados

¿Cuánto de importante es mi esposo/a? ¿Cuál es la verdadera implicación que le dedico en el día a día? Son muchos los frentes a gestionar en la rutina cotidiana: los hijos, el trabajo, la familia de origen, labores domésticas…y se podría añadir un largo etcétera. Qué difícil es mantener a flote todos y cada uno de estos frentes. Son muchos los matrimonios que vienen a consulta para pedir acompañamiento en momentos de su vida en los que sienten que está todo patas arriba y la relación se resiente. Se podría afirmar que hay una idea que, en la mayoría de los casos, da lugar a todo este caos: nos olvidamos de que antes que padres y empleados, somos esposos.


QUERER LLEGAR A TODO Y NO PODER


Seguro que en algún momento te has visto en la situación de querer llegar a todo y sentir que no puedes. Llevar a los niños al colegio, cumplir todas mis obligaciones laborales, tener un rato de oración, hacer deporte, comer sano, llevar el coche al taller, tener un detalle con mi esposo/a, dedicar tiempo a los hijos… ¡Cuánto pesa la capa de Superman que nos ponemos de vez en cuando! Es agotador el sentir que las cosas te desbordan y sentirte solo frente a un montón de batallas. Pero, he aquí el quid de la cuestión, ¿estás realmente solo?


TU PILAR: HAS DE CONSTRUIRLO


Lo cierto, es que el matrimonio ha sido pensado para ti como vocación, es decir, el amor hacia tu esposo/a es aquello a lo que estás llamado en este mundo, la vía fundamental para potenciar tu esencia. Es aquella fuerza que te conecta directamente con Dios, con el sentido de tu existencia. Tu esposo/a es tu compañero de vida, aquel en el que poder reconfortarte y apoyarte cuando más lo necesitas. Aquel que te va a dar el aliento necesario para seguir adelante, recordándote lo valioso que eres. ¿Eres consciente del regalo que tienes a tu lado? ¿Sabes sacarle partido? La realidad es que sois equipo. Tus frentes son sus frentes, y viceversa.


En muchas ocasiones la gente me comenta, “funcionamos perfectamente en el día a día, sacamos todo adelante”, pero cuando indagas con un poco más de profundidad, caen en la cuenta de que llevan tiempo sin saber qué tal está su cónyuge, o qué asuntos son los que más le preocupan, o incluso, cuales son sus anhelos más fuertes. Pasa el tiempo y sin darse cuenta la distancia entre los dos crece, a pesar de que a nivel funcional “sacan todo adelante”. Qué fácil es caer, sin darse cuenta, en el tópico de que el amor es algo que se mantiene de forma automática. Pero la buena noticia que te traigo hoy es que el amor hacia tu cónyuge está en tus manos, y es posible regarlo cada día con pequeños detalles que marcan la diferencia. Y es que, no podemos olvidar que el amor es el mayor acto de voluntad que existe, es decir, que depende de ti el que cada día, según te levantes, te replantees: ¿Qué voy a hacer hoy para cuidar mi matrimonio?


¿CÓMO LE TRANSMITO QUE LE QUIERO?


Si te paras a pensar, probablemente caigas en la cuenta de que toda esta teoría te la sabes, pero lo complicado está en llevarlo a la práctica. Y te preguntarás… ¿Cómo dedicar más tiempo a mi esposo/a si no lo tengo? Gary Chapman (1992) explica de forma detallada en su libro “Los cinco lenguajes del amor”, que la importancia del tiempo no está tanto en la cantidad, si no en la calidad. Dentro del ritmo de vida que llevamos es muy complicado sacar más horas, pero quizás sí que es importante que te replantees si hay por ahí algún distractor que sí se pueda gestionar, como por ejemplo: el tiempo de TV, redes sociales, teléfono móvil, horas extras que dedico al trabajo de forma voluntaria… En caso de que no los haya, no te preocupes, vayamos entonces a hablar de la calidad del tiempo. Quizás el reto haya que planteárselo de la siguiente forma: ¿el amor que le quiero expresar a mi cónyuge le llega? ¿Qué cosas son importantes para él/ella? ¿Qué es lo que más necesita en este momento? ¿Comparto con él/ella la desnudez de mi alma? ¿Es él/ella conmigo? 

En la respuesta a estas cuestiones seguro que encuentras posibles soluciones. No obstante, aquí te dejo algunos tips para que podáis ponerlos en práctica: 

– Nuestro momento: intentad encontrar un rato al día en el que poder estar a solas. El objetivo es que habléis de vosotros. Prohibido hablar de temas de trabajo, logística familiar, hijos, familias políticas…Y es importante que en ese momento no haya distractores cerca (móviles, TV, libros…). 


– Compromiso: cada día al levantarte hazte la siguiente pregunta: ¿Qué voy a hacer hoy para cuidar mi matrimonio? Intenta darte respuestas lo más concretas posibles (preparar el desayuno, preguntarle por ese asunto tan importante que le preocupa, acompañarle a esta cita médica, rezar por él/ella, recoger el lavavajillas, darle una caricia, mirarle de forma especial…).


– Oración conyugal: compartir este momento tan íntimo incita a esa desnudez del alma de la que hemos hablado con anterioridad. Renueva y da fuerzas para seguir conociéndoos y amplificar vuestro amor.


PON EN EL CENTRO DE TU VIDA LO MÁS IMPORTANTE


En conclusión, poner en el centro de tu vida lo más importante, va a permitir que el resto de las cosas se vayan ordenando por si mismas. Cuidar tu matrimonio forma gran parte de la misión que tienes en la vida, y existen muchas vías para llegar a ello, solo es cuestión de proponérselo. ¿Qué vas a hacer hoy para cuidar tu matrimonio?
 

Teresa Lamana Selva

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