Cinco estrategias para sobrevivir a una ruptura amorosa
¿Has terminado recientemente una relación amorosa en la que llevabas mucho tiempo? ¿Te han dejado y no sabes por qué? ¿Sientes que te han quitado una parte de ti?
La relación de pareja no es una relación más. Es especial porque consideramos a nuestra pareja como una fuente de nuestro sentido vital. Por ello, cuando esto se acaba, sentimos que se acaba el mundo. Normalmente, esa persona desaparece de tu vida. Pero si se queda, lo hace de manera diferente y con un rol distinto. El contacto con esa persona, seguro que se te hace complicado y que en ocasiones la emoción es difícil de sostener porque cuesta asumir que ya no forma parte de tu vida. Porque en ese momento, es cuando puede que comiences a atravesar las fases del duelo: shock, negación, enfado e ira, tristeza o anhelo…
Aunque es un duelo muy particular porque sigues viendo a la persona que ya no está en tu vida. Esto hace más fácil que se oscile entre el anhelo y el enfado. Por eso, desde el Centro de Atención Integral a la Familia (CAIF) de la Universidad Francisco de Vitoria, te dejamos algunas herramientas que te pueden servir para vivir el duelo de la mejor manera posible:
- Toma distancia de tu expareja. Lo primero que necesitas hacer, es reconocer que la relación ya ha acabado y que no va a volver a ser “como antes”. Aunque duela es bueno que seas consciente del vacío que esa persona te ha dejado. Esto te va a permitir despegarte un poco de la emoción y estabilizarlas.
¡¡Consejo!! Abre tu galería y haz una revisión de las fotos en las que salgáis juntos. No es necesario que borres todas las fotos, pero si haz limpieza. Haz lo mismo con los objetos que puedas tener de él. Te recomendamos no hablar con él para poder vivir tu proceso mejor.
- Baja del pedestal a tu ex. ¿Tiendes a ver solamente las cosas positivas de tu ex? Si eso es así, esto es para ti. Es importante que hagas un esfuerzo consciente por recordar la relación y a la persona lo más parecido a la realidad: hábitos, manías, planes, su personalidad… Te puede venir bien hacer una pequeña lista y en el momento donde más le eches de menos o creas que le estás idealizando, léela.
¡¡Ojo!! Intenta no quedarte tampoco enganchada en el enfado porque no te va a llevar a nada bueno.
Importante tener en cuenta: Antes de pasar al siguiente paso, es importante trabajar con lo algo más palpable, antes de pasar al mundo emocional.
- Elaboración emocional. ¿Te has permitido el conectar con tus emociones después de la ruptura? En ocasiones, tendemos a evitar las emociones que son algo incómodas de sentir como por ejemplo la tristeza, vergüenza, dolor… Es complicado, lo sé, pero esas emociones también hablan de ti y de lo que a ti te importa, valóralo. Por eso, cuando estés mal, pregúntate: ¿Qué necesito? Pero no para dejar de sentir, sino para sentir la emoción. Permítete llorar, sal a correr, busca a alguien en quien desahogarte y habla de lo que estas sintiendo.
Truco: Igual te cuesta expresar tus emociones. Cuando sientas alguna emoción fuerte, coge un papel y un bolígrafo y expresa lo que sientes. No hay prisa. Tomate tu tiempo.
- Diviértete. Seguramente, lo que más de apetezca sea quedarte en la cama sin hacer nada y ver las horas pasar. Date unos días y luego… ¡la vida sigue! Estoy segura de que te va a costar mucho, pero, aunque no quieras, ¡sal! Haz planes, queda con amigos, habla de otros temas que no sea la relación… Seguro que poco a poco te empiezas a encontrar un poco mejor.
¡¡Cuidado!! En ocasiones, podemos irnos al polo contrario. Cuando estamos “bajitos” de ánimo, solemos descuidarnos más: beber de más, recuperar el tiempo perdido… Porque la frase de: “un clavo saca a otro clavo” … que peligro tiene! Esto solo te hará sentirte bien en el momento, pero a largo plazo, es una señal de que estás evitando las emociones.
- Redefinición de la relación. ¿La ruptura es relativamente reciente? STOP. Para esta quinta estrategia es importante que haya pasado un tiempo prudencial desde la ruptura.
Seguramente que tu anterior relación haya potenciado en ti cualidades que no sabías que tenías (como positivas como negativas). Aunque tu relación haya finalizado, todo lo que has ido aprendiendo en ella, sigue en el presente. Por si te es de ayuda, te dejo unas preguntas para que respondas sin prisa:
- ¿Cómo eres ahora? ¿Qué has descubierto de ti a raíz de la relación?
- ¿Qué aspectos de ella quieres que se mantengan en tu siguiente relación?
- ¿Qué tipo de relación quieres construir en un futuro?
No quiero concluir este capítulo sin darte una buena noticia: una vez puedas elaborar todas las emociones que ahora sientes, verás que, aceptando la ruptura y dándole un nuevo significado en tu vida, tu capacidad de amar habrá aumentado mucho. Dicho de otra forma, ¡tu corazón se hará más grande!
Te deseo lo mejor en este proceso doloroso que estás pasando. Si vieras que estas estrategias se quedan insuficientes, te invito a que pidas cita con un profesional de la salud mental, para que te pueda acompañar más en profundidad. Desde el CAIF de la Universidad Francisco de Vitoria contamos con profesionales especializados en terapia individual, de pareja y familiar, quienes podrán acompañarte.